Beagle Harrier

Entre las razas de perros existentes actualmente, podemos destacar al Beagle Harrier. Un pequeño perro de caza que resultará un amigo inigualable. Resulta una raza muy popular en países como España o Inglaterra y se le conoce como Beagle Enano. Resulta un perro fuerte y valeroso, aunque no lo parezca por su pequeño tamaño. Es un compañero perfecto para el hogar, bueno para los niños y además un excelente cazador.

Introducción de la raza Beagle Harrier

Existen varios tipos de Beagles actualmente. Este es uno de los más grandes y lo podrás tener en el campo o en un piso. Sin embargo, para este último necesitarás pasearlo todos los días, ya que a pesar de ser un perro pequeño, tiene una gran necesidad de ejercicio físico. Su origen puede deberse a los cruces de variadas razas de perro de caza franceses.

Historia de la raza Beagle Harrier

Los expertos señalan que el Beagle Harrier puede haber existido desde la Edad Media en Francia o en el Renacimiento. Sin embargo, hay otra teoría que indica que estos perros comenzaron a existir a partir del siglo XIX. Fueron un cruce de razas de perros de caza, entre los cuales el Saint Hubert Hound y el Gascogne influyeron poderosamente en el Beagle Harrier. Algunos señalan como desarrollador de la raza al Barón Gerard.

Características del Beagle Harrier

Los Beagle Harrier tienen un tamaño mediano que puede llegar a los 50 centímetros. Pueden llegar a pesar hasta 22 kilos. Cuentan con una larga cola que tiene un ajuste alto y una posición vertical. Parece una especie de sable. Su cabeza es proporcional al cuerpo y un poco ancha. La cabeza y el hocico se ven muy combinadas y este último es bastante largo, estrechándose hacia el final. Su morro es negro y sus orejas son de tamaño mediano, inclinadas hacia abajo.

El pelaje de este perro es grueso y semi largo. Su color siempre será tricolor y todos los Beagle Harrier tienen una mancha negra en la parte de atrás que parece una silla de montar. Pueden correr velozmente y resultan muy buenos para actividades en el campo que impliquen cazar animales pequeños o buscar rastros, por ejemplo.

Carácter de la raza Beagle Harrier

Su carácter es enérgico e impulsivo, además resulta muy cariñoso y leal. Son bastante familiares, por lo cual resultarán muy dados a compartir con los niños. Siempre quieren estar al lado de sus seres queridos y tienden a deprimirse un poco más que las otras razas en caso de una posible separación de su dueño. Algo a destacar es que es una raza que se lleva perfectamente bien con extraños.

Esto último se debe a que es un perro que en sus orígenes tenía que trabajar con cazadores desconocidos repentinamente. Por ello, no tienden a desconocer a nadie ni a presentar un comportamiento agresivo ante personas ajenas al hogar. Cuenta con niveles altos de tolerancia y de hecho, es muy raro escuchar a un Beagle Harrier como protagonista de un hecho violento dentro del hogar.

Resultan buenos para el entrenamiento pero no fáciles, ya que tienen un carácter fuerte y un poco rebelde. Requiere un poco más de tiempo y paciencia que otros perros, pero al final podrás lograr tu cometido. Gustan de comer bastante, así que debes tener cuidado con la basura y la comida puesta en la cocina, porque suelen escabullirse y comer todo lo que consigan a su paso.

Cuidados del Beagle Harrier

Para cuidar a un Beagle Harrier bastará con tener sus vacunas al día, cuidarlo de las garrapatas y pulgas con un buen collar, y darle los cuidados físicos adecuados. Por ejemplo, cepillar su pelaje semanalmente, sacarlo a pasear diariamente, darle una dosis de comida adecuada y proporcionarle cariño diario. Es una raza sensible y susceptible a la soledad, así que es necesario estar pendientes de este aspecto.

Educación de la raza Beagle Harrier

Una educación por la fuerza no conseguirá resultados positivos de ninguna manera. Por ello, es necesario armarse de paciencia para poder educarle y conseguir que acate, ya que suelen ser un poco rebeldes y tenaces. Pero, están diseñados para las actividades en el campo, así como la cacería. Para estas últimas sí aprenderá muy rápido todo lo que se necesite y además acompañará a su dueño en todas las actividades con gran fidelidad y eficiencia.

Salud del Beagle Harrier

A diferencia de otros perros, el Beagle Harrier cuenta con algunos males hereditarios a los cuales hay que poner especial cuidado. Por ejemplo, tienen infecciones en los oídos, obesidad, problemas en la rótula, cataratas o displasia de cadera. También son propensos a envenenarse muy rápido, porque no piensan en lo que van a comer, sino que simplemente van devorando todo a su paso sin compasión.

El cachorro de Beagle Harrier

El cachorro de Beagle Harrier es muy valiente en todo sentido, y resulta un perro muy curioso. Desde pequeño puede llegar a comerse cualquier cosa si no se le enseña correctamente. Por ende, es necesario educarlo de una manera correcta desde el primer momento en que pisa nuestro hogar. Se llevará bien con niños y extraños y resultará muy bueno para acompañar a ancianos también.

Consejos a la hora de comprar un Beagle Harrier

Al comprar un Beagle Harrier es necesario revisar que sus orejas estén en perfecto estado, libre de infecciones. El criador debe mostrarte sus certificados veterinarios, para evitar cualquier mal genético. Si lo tendrás en un piso, recuerda que debes tener un tiempo para sacarlo a pasear diariamente. De lo contrario entrará en ansiedad y puede ser propenso a la obesidad.

Curiosidades de la raza Beagle Harrier

Su resistencia y olfato son los mejores atributos que tiene esta raza. Se adaptan perfectamente a la cacería de las liebres y también de animales más grandes, como por ejemplo zorros o jabalíes. Es muy difícil que llegue a fatigarse por completo, a menos que sea un paseo excesivamente largo. Para que pierda el rastro, hay que recorrer un terreno demasiado difícil, ya que son expertos en el área. Viven aproximadamente diez años.

Sin duda, un trabajador duro que permanecerá cerca de su familia por toda su vida. Son grandes guerreros y cuentan con una capacidad olfativa inigualable. Cabe destacar que no son buenos perros guardianes, puesto que se llevan bien con casi todos los extraños que se acerquen.